¿Os ha ocurrido alguna vez lo siguiente?
Estás sentado en un bar, hablando de cualquier tema insulso y deprimente con tu amigo del alma, ese que ves por inercia una vez cada dos meses; el mismo que antaño formara parte de tu rutina casi diaria, con el que compartiste tantos y tantos momentos de felicidad y de complicidad. No recuerdas muy bien el porqué de tu amistad con el susodicho, quizá una frase amable o un gesto oportuno, la cosa es que es amigo tuyo a pesar de que no tenéis nada en común. Te habla de críos, trabajo, parejas y rutina y tu asientes y sonríes, lamentando que la amistad se haya convertido en algo insulso y predecible. De repente, en la mesa de al lado, escuchas una frase entrecortada:
- ... y cuando dice: "Chewie, ya estamos en casa" se me ponen los pelos de gallina...
Inmediatamente tu atención pasa del último relato sobre papillas sin grumos al autor de la frase. No lo puedes evitar. Quieres a tu amigo, de verdad que te preocupas por él; pero... ¡maldita sea, están hablando de Star Wars!
Te estiras incómodo en el asiento, miras de soslayo a la mesa de al lado, intentas que se vea tu camiseta de Gizmo (si le gusta Star Wars, le gustan los Gremlins, lo sabes, él lo sabe y todos lo sabemos). No sabes cómo, pero quieres formar parte de esa conversación. Quieres hablar de la maldita Guerra de las Galaxias, no de potitos y menstruaciones.
Si te ha ocurrido, enhorabuena amigo mío, eres un frikazo de manual. Eres EL friki, y tu nombre, y el mío, es Legión, pues somos muchos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario